Publicada el 29/08/2017
El agua limpia es vital para la vida y uno de nuestros recursos más preciados, sin embargo, alrededor del 40% de la población mundial no tiene suficiente. Al mismo tiempo, somos nuestro peor enemigo, ya que más del 80% de las aguas residuales generadas por la sociedad fluyen hacia el ecosistema ni tratadas ni reutilizadas.
El tema es ampliamente reconocido, por lo que el agua está muy presente en varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y los gobiernos y las empresas se enfrentan a una creciente presión para limitar su uso del agua. Para ello, sin embargo, primero deben ser capaces de medirlo.
Una guía práctica para las PYME, desarrollada en colaboración con el ITC, acaba de publicarse para ayudar a todo tipo de organizaciones, en particular a las PYME, a comprender mejor el estándar y a maximizar los beneficios que ofrece.
Sebastien Humbert, coautor del manual, dijo que la huella de agua es un tipo relativamente nuevo de evaluación en comparación con otros como la huella de carbono y hay numerosas metodologías con resultados variables.
La ISO 14046, que ha sido desarrollada con la participación de miles de colaboradores de alrededor de 60 países y 20 organizaciones no gubernamentales, proporciona un consenso internacional sobre un lenguaje común para todas las partes interesadas y proporciona un marco para medir los impactos ambientales derivados de su uso del agua .
Este manual ayuda a las organizaciones a prepararse y emprender una evaluación de la huella del agua usando ISO 14046, a través de una guía práctica no sólo sobre las cláusulas principales, sino también sobre las más abiertas a la interpretación.