Publicada el 09/05/2016
Tras un proceso de revisión que se inició en el año 2013, la nueva versión de la norma de Sistemas de Gestión Ambiental ISO 14001:2015 se publicó el 15 de septiembre de 2015. En ese momento, comenzó una cuenta atrás, un periodo de transición de tres años para la adaptación a la nueva norma ISO 14001:2015 de todas las organizaciones a los nuevos requisitos. Hasta ese momento, ambas versiones coexistirán.
La nueva ISO 14001:2015 se ha desarrollado para optimizar el rendimiento del Sistema de Gestión Ambiental y asegurar a las organizaciones la completa integración de la gestión ambiental con las estrategias de negocio.
Al igual que otras normas de reciente revisión, la nueva norma ISO 14001:2015 aplica el concepto de “estructura a alto nivel“ (“High Level Structure“-HLS). Esto supone una gran ventaja dado que introduce una estructura estandarizada y se utilizan textos, términos y definiciones base comunes a todas las normas.
Según ha señalado la responsable de la División de Sistemas de Gestión de TÜV SÜD Iberia: “ la estructura de alto nivel supone una ventaja para todas las partes implicadas en la certificación de sistemas, ya que hace más sencilla la integración de sistemas y hace también más comprensible y facilita cualquier proceso de implantación y posterior certificación de nuevas normas de sistemas de gestión”.
Entre los requisitos que incorpora la ISO 14001:2015 se incluyen:
- mayor protección medioambiental,
- inclusión del medio ambiente como elemento estratégico de las organizaciones,
- prestar más atención al ciclo de vida del producto (palabra clave: “pensamiento del ciclo de vida“)
- más protagonismo del papel de la dirección en el sistema de gestión, y
- mayor flujo de comunicación para facilitar una información más completa, transparente y comprensible.
Por cuestión de principios, el diseño de un sistema de gestión ambiental debe tener en consideración los asuntos internos y externos, así como las interacciones propias de la organización (contexto), los consiguientes riesgos y oportunidades, además de las necesidades y expectativas de las “partes interesadas“.
Finalmente, la política ambiental de la organización debe incluir el compromiso específico de la organización de proteger el medio ambiente y de mejorar el desempeño ambiental. Pero este compromiso no atañe únicamente a la entidad certificada puesto que, en un futuro, la organización deberá asegurarse que el sistema de gestión ambiental también cubre todos los procesos subcontratados.